Al pasar Semana Santa y entrar en el tercer trimestre académico, los padres vemos el final del curso, valorando que nuestros hijos han tenido un año intenso lleno de esfuerzos, por parte de las actividades escolares como de las actividades extraescolares.
En ese momento es cuando los padres nos planteamos diversas cuestiones, entre ellas, ¿qué pasara durante las vacaciones de nuestros hijos? Tres meses en casa viendo televisión, con internet, uso móvil y consola,…etc. No hace falta pensar mucho para darnos cuenta que nuestros hijos se merecen mucho más. Por ello, el campamento de verano es la mejor opción y una recompensa a todo el esfuerzo que nuestros hijos han realizado durante todo año.